¿Cómo se trabaja en México? Cultura laboral Mexicana
Aspectos a tener en cuenta a la hora de implantarse o contratar en México
Tiempo de lectura: 7 minutos
Introducción
En este corto artículo voy a hablar sobre el trabajador mexicano, su forma de trabajar y el problema de informalidad laboral que azota su mercado laboral.
Cultura laboral mexicana
El trabajador mexicano es destacado generalmente por su laboriosidad y dedicación, podemos llegar a esta conclusión debido a que es el país de la OCDE en el que los trabajadores dedican más horas a la semana a su profesión, estando la jornada semanal en torno a las 48 horas. Esto no es casualidad ya que culturalmente, en la mayoría del territorio mexicano, el concepto de “buen trabajador” consiste en que el trabajador debe dedicar la mayor cantidad de tiempo que pueda a su trabajo, esto por un lado puede parecer positivo para el empresario, pero hay matices, es muy patente en México el fenómeno conocido como “burnout” o “síndrome del trabajador quemado”. La frecuencia de este síndrome no es de extrañar en un país con una cultura laboral que exige tanto de su trabajador. Por otro lado, el trabajador mexicano es caracterizado por su fidelidad a la empresa y por tener un gran respeto por la autoridad, llegando a desarrollar un gran sentimiento de pertenencia a la organización, sobre todo en empresas con bajos índices de rotación donde abundan trabajadores más veteranos mucho más involucrados en los valores y tradiciones de la empresa. En cuanto a la motivación y la productividad, tradicionalmente el trabajador mexicano ve su empleo como un medio de seguridad y supervivencia para su familia siendo impulsado principalmente por el sentido del deber, es decir proveer a los suyos de las mejores condiciones posibles. El trabajador mexicano laboralmente valora tres cosas sobre todo, la remuneración que recibe por su trabajo, la posibilidad de ascenso dentro de la organización , o la responsabilidad que tiene, y la seguridad del empleo (entiéndase seguridad como permanencia en el puesto o en la organización). Mientras mayores sean los incentivos económicos y más posibilidades existan de asumir más responsabilidad más dedicación tendrá el trabajador, y por ende mayor será la productividad, claramente siempre hay un tope ya que el crecimiento de la productividad marginalmente es decreciente en relación con el salario, esto significa que a mayor salario la productividad crece, pero cada vez en menor medida así que no se debe entender el salario como principal fuente de aumento de la productividad.
Para fundamentar lo anterior aportó una serie de estadísticas:
En la EMW (encuesta mundial de valores) se hizo un estudio acerca de los trabajadores mexicanos, de este estudio se sacaron los siguientes datos:
El 78,70% de los trabajadores encuestados expresaron que es importante una buena remuneración en el trabajo.
El 64,63% de los trabajadores afirmaron que la seguridad en el trabajo es un elemento clave
El 53,36% de los trabajadores señalaron la importancia de tener responsabilidad en el trabajo.
Otros estudios llevados a cabo por expertos en la materia como Carlos Muñoz Izquierdo (economista, catedrático e investigador mexicano) o Rogelio Díaz Guerrero (Doctor en psicología mexicano) han llegado a las mismas conclusiones. Para ahondar un poco más en el tema podemos extraer de dichas estadísticas que el elemento que más valora el trabajador mexicano promedio es el salario, seguido de la seguridad del empleo y finalmente la responsabilidad. Por otra parte, aunque en menor proporción, en esos estudios se hace referencia al cansancio producido por el trabajo tras largas jornadas.
La gran informalidad laboral mexicana
La informalidad laboral en México es un fenómeno y problema que lleva arraigado en el país desde hace décadas, a día de hoy según El Economista en México la tasa de informalidad está cerca del 60%. Esto quiere decir que más de la mitad de la población trabajadora de México está trabajando fuera de los márgenes de la ley y por ello en unas condiciones muy por debajo de los mínimos establecidos por la legislación laboral mexicana, esto supone estar fuera del sistema de protección de la seguridad social e instituciones mexicanas. Además es un fenómeno que lejos de ir disminuyendo en los últimos años ha ido creciendo, concretamente ha crecido un 0,5% entre el segundo trimestre de 2024 y el segundo trimestre de 2025. La informalidad se da de forma bastante irregular en el país, en regiones donde hay mayor inversión empresarial se puede ver un gran aumento de la contratación legal, estas regiones son las más cercanas al norte y al centro del país, sin embargo, en el sur del país las tasas de informalidad se disparan llegando algunas regiones al 70% de informalidad.
El problema que supone la informalidad
Uno de los grandes problemas que suscita la informalidad es la calidad del puesto de trabajo, donde el trabajador debe prestar su servicio durante muchas más horas de las máximas permitidas, con remuneraciones por debajo de los umbrales mínimos, con pocos días de vacaciones o en los peores casos sin vacaciones, con incumplimientos flagrantes de la normativa de prevención de riesgos laborales estando en puestos con condiciones de ergonomía, iluminación, temperatura, seguridad….. deplorables. Con todo esto el trabajador en el probable caso de sufrir un accidente laboral tendría un doble problema, al estar totalmente desprotegido por las instituciones laborales la seguridad de su puesto de trabajo correría un gran peligro ya que a diferencia de España donde el trabajador entraría en IT (incapacidad temporal) donde se le reservará su puesto de trabajo a la espera de su recuperación, en México el empresario puede directamente echar al trabajador accidentado y disponer de otro rápidamente y sin impedimentos. El otro gran problema que enfrenta el trabajador informal accidentado es la desprotección por parte de la seguridad social, mientras que en España el trabajador recibiría atención médica y rehabilitación para el puesto de trabajo desde el primer hasta el último día de baja laboral, sin costes alguno para el trabajador el México estaría totalmente desvalido con todo el riesgo que ello conlleva, tanto para su salud como para el sustento de su unidad familiar.
Reflexión final
Una vez llegados al final de este artículo voy a hacer una reflexión de cara a todas aquellas personas interesadas en este tema. En mi opinión el trabajador mexicano es un trabajador con un gran potencial, una especie de “diamante en bruto”, esto es debido a que reúne a grandes rasgos tres características muy convenientes para el empleador .En primer lugar como ya hemos comentado es un profesional que destaca por su dedicación y laboriosidad, pueden trabajar durante bastante tiempo sin que esto signifique un gran impedimento, de hecho es habitual que extiendan sus jornadas con horas extra. En segundo lugar estamos ante un trabajador que es fiel y conoce y respeta la jerarquía impuesta en la empresa, siendo esto una gran ventaja a nivel organizativo, tiene claro su sitio en la organización y se comporta como tal, además otro punto a favor es el sentimiento de comunidad que se suele crear en empresas que emplean a estos trabajadores lo cual ayuda a aumentar la cohesión interna de la empresa. Y finalmente otra gran ventaja es que satisfacer las necesidades del trabajador mexicano es muy sencillo para la organización, como he comentado antes, si este tipo de trabajador tiene un puesto estable y bien remunerado sacará todo su potencial. Otra grandísima ventaja que tendría por ejemplo un empresario español que pretendiera implantarse en México y emplear mano de obra mexicana sería la práctica inexistencia de barreras culturales y lingüísticas.
Sin embargo, en mi opinión, hay que hacer una pequeña aclaración, ya que si bien existen grandes ventajas en estos trabajadores, si lo que realmente buscamos es la máxima eficiencia no podemos conformarnos con pagar bien y exigir muchas horas de trabajo, no. Hay que aplicar una estrategia de recursos humanos que busque un equilibrio entre la maximización de la productividad y la neutralización del “Burnout”, esto se puede conseguir aplicando diferentes fórmulas como horarios flexibles, otorgando más días de vacaciones , rotación de puestos de trabajo, mejoras en la ergonomía de los puestos etc etc etc. En pocas palabras sacar el máximo beneficio posible pero sin llegar a dañar laboralmente al trabajador.



