La crisis de la globalización y sus frutos
La desglobalización: el nuevo término que tenemos hoy en día que es totalmente opuesto a la tradicional globalización. En este artículo lo explicaremos.
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Introducción
En este pequeño artículo voy a hablar acerca de la globalización, su situación, el porqué de esa situación a día de hoy y, de las nuevas tendencias que se están dando a forma de respuesta. Además pondré el ejemplo de un país que está siendo objetivo de las mencionadas nuevas tendencias.
Contexto: ¿Qué es la globalización?
La globalización es un fenómeno que tuvo nacimiento a mediados del siglo XVI de mano del marino y fraile Andrés de Urdaneta, un español, natural vasco, que logró encontrar la ruta de ida y vuelta entre Manila, capital de las posesiones españolas en filipinas y el puerto de Acapulco sito en México, conectando Asia con América. En ese mismo instante se logró un hito, el mundo podía estar totalmente interconectado, y así fue, desde ese momento y gracias al aumento del comercio marino y la creación de nuevas rutas se desarrolló la “globalización” que no es otra cosa que la interconexión entre los estados que forman parte de la red comercial. En principio, las conexiones pueden parecer únicamente económicas, no obstante la globalización va mucho más allá tocando la cultura, costumbres, política y tecnología de los propios estados interconectados.
Situación actual
Una vez descrito, a grosso modo, el concepto de globalización debemos hablar del siguiente tema, la situación actual de esta. A día de hoy la globalización ha sufrido una serie de reveses que han puesto en entredicho la conveniencia del modelo de globalización que se estaba dando hasta ahora. Entre esos “reveses” encontramos la pandemia producida por el COVID 19, los cambios en la dinámica internacional frutos del conflicto en Ucrania y la posible invasión de Taiwan por parte de china además de la nueva política arancelaria / proteccionista llevada a cabo por los Estados Unidos de América. Hablemos más específicamente de cada uno de ellos:
1.- COVID 19: La pandemia producida por el ya mencionado virus fue una crisis que no ha tenido precedentes modernos, si quisiéramos buscar alguno deberíamos remontarnos a las pestes que azotaron el mundo hace ya varios siglos. Este suceso y las medidas que se tomaron para poder solucionarlo tuvieron una gran incidencia en la globalización, incluso podemos decir que la propia globalización también tuvo una incidencia potentísima en la propagación de la pandemia, pero eso no es objeto de examen en este artículo. La pandemia evidenció la enorme dependencia que tenían (y tienen) los principales países consumidores de las cadenas de abastecimiento que poseían en terceros países, cadenas que se cortaron en cuanto el mundo se aisló como medida de protección contra el virus, esto a su vez se agravó debido a la bajada en la producción debido a los confinamientos y las restricciones a la movilidad de la mano de obra. ¿Cuál fue el resultado?, un desabastecimiento generalizado en mayor o menor medida, especialmente de aquellos bienes que eran importados de países donde el brote fue más fuerte, como China.
2.- Cambio en la dinámica internacional a causa del conflicto en ucrania y el posible conflicto con Taiwán: Voy a empezar este apartado hablando del conflicto en Ucrania, antes de este conflicto, al menos aparentemente, parecía que en mundo había únicamente un bloque unificado, formado por los países que voy a denominar como “liberales y democráticos” liderado por los EEUU y los demás países que no estuvieran en este bloque estaban supeditados a las exigencias de este. No obstante el conflicto ha sido el caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de un nuevo bloque al que voy a denominar como “potencias autoritarias”. Me atrevería a decir que esta nueva situación tendrá grandes consecuencias para las relaciones económicas entre los países, empeorando las relaciones con los países que están fuera del bloque y mejorando con los países que están dentro del bloque o al menos sean afines a él. Estos efectos los podemos ver claramente en el mercado de productos energéticos como el gas o petróleo, antes del conflicto Rusia era uno de los mayore proveedores de Europa en lo que a estos productos se refiere, sin embargo, desde el inicio del conflicto y de las sanciones interpuestas esta relación comercial se ha visto muy afectada por lo que muchos países del bloque europeo han buscado otros proveedores, si nos basamos en datos del Consejo de la UE las importaciones de Gas ruso han pasado de 150.000 millones de m3 en 2021 a 52.000 millones de m3 en 2021. A día de hoy según datos de la misma fuente el principal proveedor es Noruega con 91.100 millones de m3 seguido de EEUU. Este ejemplo nos permite ver cómo los países del bloque “liberal y democrático” han redirigido su demanda a países afines a sus principios, ya que estos generan más confianza
Por otra parte tenemos la sombra del conflicto en taiwan, conflicto que si se diera tendría consecuencias incalculables producidas por la muy probable paralización del comercio marítimo desde chinas hacia sus clientes y las más que probables sanciones económicas que se impondría sobre china y sobre aquellos países que se relacionan con ella. Está claro que esto genera una gran falta de confianza a medio y largo plazo, confianza que se acaba depositando en países más afines al bloque “liberal y democrático”.
También he de hacer una mención al conflicto en oriente medio, especialmente al bloqueo llevado a cabo por parte de los rebeldes hutíes en Yemen, que afectó en tal medida al transporte marítimo que este tuvo que retomar antiguas rutas de navegación, alargando travesías, aumentando costes y afectando a las empresas importadoras.
3.- La nueva política arancelaria/proteccionista de los EEUU: Los EEUU y más concretamente su presidente Donald J.Trump ha sido el adalid del proceso de desglobalización, bajo el lema “Make America Great Again” se ha llevado a cabo una serie de políticas proteccionistas (muchas de ellas arbitrarias y contra antiguos y fieles aliados) con el objetivo de cambiar la dependencia al extranjero, y el riesgo que ello conlleva, por una producción nacional capaz de satisfacer las necesidades de su mercado. Para ello el objetivo es atraer inversión, empresas y mano de obra nacional. Pero no todo son ventajas, ya que se está creando una gran perturbación en el equilibrio económico debido a que los efectos de la política proteccionista producirán unos efectos a corto plazo que no van a tener solución hasta el largo plazo, con esto me refiero a que probablemente se va producir una falta de oferta muy grande la cual se va a tener que satisfacer con la oferta producida por las empresas nacionales, las cuales necesitarán años para desarrollarse y alcanzar el mismo nivel de oferta que ofrecían los exportadores extranjeros. A su vez puede ser una gran ventaja para inversores extranjeros que quieran asentarse en los EEUU, ya que encontrarán nichos de mercado con una gran demanda que satisfacer.
Nuevas tendencias
Una vez hablado de las causas de la crisis de la globalización voy a hablar de las nuevas tendencias que están surgiendo, entre ellas encontramos:
El “Reshoring” o relocalización: Este concepto cuadra perfectamente con la nueva política de los EEUU, consiste en la conveniencia que ven las organizaciones en relocalizar su actividad en los países de origen, buscando menores tiempos de entrega, menores gastos de transporte además de mayor confianza y estabilidad. Pero no todo son ventajas, ya que relocalizar la actividad tendrá gastos mayores en otros sentidos, como por ejemplo mayores gastos en mano de obra, menor disponibilidad de materias primas, mayores regulaciones, mayores tasas impositivas y un menor tejido industrial.
El “Nearshoring”: Es el concepto intermedio entre la deslocalización y la relocalización se fundamenta en la necesidad de las organizaciones de reducir gastos deslocalizando en países donde los costes productivos son menores pero haciéndolo en países que generan más confianza. Es decir, este modelo sigue priorizando los bajos costes productivos, pero asegurando un cierto nivel de confianza. Un ejemplo sería trasladar la producción desde China a países en Hispano América, donde las cadenas de valor son más cortas y resistentes y los costes de producción siguen siendo inferiores a los costes de la producción nacional.
“Allyshoring”: Se trata de un concepto parecido al Nearshoring pero que se enfoca mucho más en la dureza de la cadena de producción y la confianza del país en el que producimos. Este modelo supone trasladar nuestra producción a países aliados que no puedan suponer una amenaza.
Para acabar lanzo una pregunta ¿Es la Desglobalización una oportunidad para empresas existentes y nuevos inversores?, en mi opinión SI.


